EL AQUELARRE POLÍTICO COLOMBIANO

EL AQUELARRE POLÍTICO COLOMBIANO

Wikipedia define un aquelarre (del euskera akelarre, "aker" = macho cabrío; "larre" = campo) como el lugar donde las brujas (sorginak en euskera) celebran sus reuniones y sus rituales. Aunque la palabra viene del euskera, se ha asimilado en castellano, y por extensión se refiere a cualquier reunión de brujas y brujos.

Se cree que en estas celebraciones las cohortes de brujas solían venerar a Akerbeltz (un macho cabrío negro), que tras horas de cánticos y ofrendas orgiásticas podrían abrir un portal infernal en el centro del campo o cosechal para ofrendar culto y consulta a Satán, con el fin de obtener riquezas y poderes sobrenaturales. 

Aquelarre, triste semejanza con la realidad política nacional, donde brujos y brujas, dígase Congresistas, Diputados y Concejales, tanto  machos como hembras danzan al ritmo que les pongan los Presidentes, Gobernadores y Alcaldes, en danzas un tanto excrementales, donde se juega a todos contra todos y entre todos, donde se comparten rituales, contratos, dadivas y puestos, donde se amañan procesos, licitaciones, contratos, se masacra contrincantes políticos y se aseguran la perpetuación en el poder político, esa es la realidad de nuestro bello país, una danza alrededor de un macho cabrío con los cachos muy largos, cachos muchas veces producto de las infidelidades amorosas y políticas que se pone los unos a los otros tal como aseguró Roy Barreras sobre Juan Manuel Santos.

Curioso ver el tipo de cachos que adornan las cabezas de los altos dignatarios que son objeto de adoración cada cuatro años, los de Uribe eran retorcidos, sin orden alguno, apuntaban a todas partes para amedrentar a todo el mundo y garantizar que nadie lo pudiera tocar y así lograr la impunidad total, otros cachos como el de Santos son lisos y estilizados,  apuntan hacia atrás pero hace esfuerzos sobrehumanos para orientalos hacia adelante, con el fin de lograr un poco de respeto que a la fecha ha perdido totalmente, pero al final, siguen siendo cachos,  símbolo del poder total y invulnerabilidad que les garantiza la constitución y la ley, pues son intocables no importa que tan graves sean sus afrentas contra la sociedad nacional.

Y los danzantes no se quedan atrás, brujas, brujos, áulicos, paganos todos, estilo Roys, Corzos, Ordoñes, José Obdulios, Pachos Santos, etc. etc. cuya única fe ni siquiera es el Macho Cabrío de turno sino las dadivas y premios que este pueda dar, cambian de posiciones tan fácil como las que ofrece el kamasutra, maman de sus ubres la leche y miel que el saqueo y la corrupción les da, en forma insaciable, porque son barriles sin fondo donde mucho siempre es poco.

En toda danza de adoración satánica siempre se sacrifica una virgen, y en nuestro país la mejor virgen para sacrificar es a la misma Colombia, la ofrendan sin pudor, ya sea a través de los TLC, los contratos con multinacionales para que desangren sus entrañas, cual proxenetas de la alta sociedad, que venden al mejor postor regiones enteras de nuestro bello país y prostituyen al Estado a sus instituciones, cual padrote impoluto, padrote estilo macho cabrío.

Esta es nuestra realidad nacional, una danza de corruptos cuya religión es el dinero, el poder y el abuso total, tal como lo ha demostrado nuestro Procurador Ordoñez, para quien pese a su eterno fervor religioso que raya en chupacirio, es el primero en recurrir a los actos más sucios de la corrupción para lograr sus fines.

Pregunta, cuantos de ustedes está dispuesto a bailar en esta danza macabra o a luchar contra ella?

@eticcos