martes, 26 de febrero de 2013

“HOMO HOMINI LUPUS” (EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE)



“HOMO HOMINI LUPUS” (EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE)



Colombia es un país bello, tropical, con variedad de climas y paisajes, de sus entrañas mana leche y miel, es tal la cantidad de riqueza que tienen que pese al saqueo español, al saqueo criollo y al saqueo extranjero, aun hay mucho para repartir.



Lo malo es que esta repartición no es equitativa, pues solo se hace entre pocos frente a la vista atónita de muchos que pasan saliva viendo como  las riquezas se malversan y no les toca ni las sobras.



Los pueblos y regiones mineras, en forma extraña, pese a la riqueza que generan, son las más pobres del país, con mayores tasas de morbimortalidad y mayores niveles de desempleo.



En la superficie de mi patria pululan especies altamente dañinas, destructivas, guerrillas sin corazón, quienes tienen ofuscada su mente y que solo ven en la muerte y la destrucción la opción para el cambio, que tanto proclaman, “DESTRUYAMOS TODOS PARA RECONSTRUIR DE LAS CENIZAS”, parece ser su credo, pero hoy en día ya la sociedad no les cree, pues en su “lucha” de mas de 50 años, solo han sembrado dolor, muerte, y desesperanza.



Otras especies aun mas mortíferas son los paramilitares, enfermedad postmodernista que se ha dedicado a destruir sin miramientos, a cometer las peores atrocidades conocidas, a desaparecer gente, asesinar en forma masiva y sembrar el terror, como si esa fuera la solución a los males de Colombia.



Otra especie que también ha hecho mucho daño es el narcotráfico, que termina estimulando y apoyando a las dos anteriores, traficando con sustancias que embrutecen y dañan al ser humano, generan falsas riquezas y destruyen los valores sociales, y que al final, también termina cometiendo todo tipo de atropellos y actos abominables contra el ser humano.



Guerrilla, Paramilitares, Narcotráfico, “Lobos del Hombre”, que viven de la depredación y la destrucción.



Pero hay otra especie que por su naturaleza, por su posición es mucho peor que las tres anteriores combinadas, que han hecho mas daño, porque están enquistadas dentro de la institucionalidad, dentro de la sociedad, que pasan como seres humanos decentes, como lideres, como Pro-Hombres”, que es la clase social “Política”, esta “dirigencia” corrupta por naturaleza, hacedores de las leyes, administradores de la justicia, dueños de la economía, tomadores de decisiones que siempre buscan beneficiar solo a ellos mismos,  verdadero cáncer del país que ya hizo metástasis, que salió del closet, y de las penumbras y actúan en forma impúdica y desvergonzada delante de todos sin que haya nadie que lo pueda detener.



Lo Corruptos y los “Políticos aun mas corruptos”, han saqueado por generaciones y generaciones al país, viven cual parásitos de la sociedad y del Estado, lo saquean todos los días y nunca se llenan, mueren los padres y continúan los hijos, visten bien, viven bien  y besan a los niños en campañas políticas, pero en el fondo, son parásitos,  sus corazones y sus mentes son de degenerados, de gente impía, de garavitos, de gente cruel, porque solo un ser perverso puede robarse el dinero de la salud  a sabiendas que por ello morirán niños, mujeres y ancianos.



Colombia esta destrozada, hoy día los homicidios son el pan de cada día, los atentados, las desapariciones, los secuestros, las extorciones, siguen sembrando el dolor en el corazón de los colombianos y destruyendo las familias, todo frente a un Estado que se ve incapaz de controlarlo porque muchos de sus actores y promotores están enquistados dentro de él mismo.



“Homo homini lupus” (el hombre es un lobo para el hombre, Thomas Hobbes, Filosofo (1588-1679)) nos describe bien este fenómeno, donde pocos viven a costillas de los demás, depredándolos, usándolos, destruyéndolos poco a poco.



Cuando pensamos en homicidios, solo pensamos en el acto de un ser perverso disparándole a otro, pero también es homicidio cuando un niño muere por desnutrición como consecuencia de que los recursos destinados para alimentarlos se los roban, o cuando un paciente llega a una Clínica y le niegan los servicios, el arte de matar ha evolucionado hoy en día a formas insospechadas.



Solo cuando tomemos conciencia de todo esto es que la sociedad y el mismo Estado, dentro de la “institucionalidad”, dentro del gran “Pacto Social” que suscribimos y que se conoce como “La Constitución Política” es que podremos comenzar a cambiar.



La guerra y la violencia solo genera mas guerra y más violencia, los cambios se deben hacer voluntariamente, dentro del marco de la ley, con procesos consensuados, concertados, pactados, donde se logre la verdadera equidad social, donde podamos recuperar los valores  mas sagrados que son la base para vivir en sociedad, donde se generen las oportunidades y donde todos podamos prosperar dentro de la diversidad de opiniones, de culturas y de razas, respetándonos los unos a los otros y de paso respetando al país, al medio ambiente y su biodiversidad.



“Colombia merece una segunda oportunidad, no podemos seguir depredandonos entre todos nosotros”.


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